Este trabajo cambió profundamente la forma en que me veo a mí misma, ahora siento más y pienso menos. Aprendí a confiar en que todas las diosas habitan en mí, y eso me hace sentir poderosa. Artemisa siempre estuvo presente, solo tuve que recordarla, y cada vez me cuesta menos poner límites sin sentir culpa. Con Afrodita fue distinto, porque estaba desconectada de ella. En el retiro descubrí que siempre estuvo en mí, y desde entonces me he relajado, he soltado el control en muchos aspectos de mi vida, disfruto mucho más y he conectado profundamente con mi sensualidad. Lo que más me sorprendió fue lo rápido y profundo que se pueden despertar energías que parecían dormidas. Trabajar con otras mujeres potenció todo el proceso, escuchar sus historias, espejarme en sus vivencias y sentirme sostenida en un círculo seguro hizo que la experiencia fuera mucho más transformadora. Hoy siento que este camino fue un verdadero reencuentro conmigo misma: un viaje de poder, placer y libertad, sostenido por la fuerza y la hermandad de otras mujeres. Todo esto fue posible gracias a Marife, nuestra terapeuta, cuya guía profesional y acompañamiento hicieron que el trabajo fuera profundo y bien acompañado. Lo recomiendo muchísimo, a mi me ha cambiado la vida 💛